Moda y ciencia se conjugan para conjurar una prenda que repele las manchas, lo que todas las chicas habían soñado. La prenda es una blusa ideada por Elizabeth & Clarke, que además de calidad probada asume lazos con tratamientos de nanotecnología.
La blusa recibe un tratamientos en los tejidos, éste no merma en nada su calidad manteniendo así la prenda su suavidad y textura asegurando a la persona una blusa cómoda y transpirable, es semejante a otras blusas, no habrá mayor distinción que la marca.
Melanie Moore de Elizabeth & Clarke, explica: «Tiene estas fibras minúsculas encima del tejido, 100.000 veces más pequeñas que un grano de arena, que hacen que el líquido se quede suspendido. Por esto, porque son tan pequeñas, todavía pueden ser transpirables como cualquier otra camisa«.
No hay mancha que destruya la prenda inmaculada, la blusa es resisten a líquidos acuosos o aceitosos, cualquier comida o sustancias como por ejemplo el café, ketchup, vino, leche, salsas o chocolate. En su diseño se ha buscado definir un público femenino de entre 30 y 50 años, mujeres profesionales que son madre o desean un futuro rodeadas de muchas ocupaciones.
En resumen la blusa es resistente a toda clase de mancha, aunque no es un invento nuevo en la industria, es la primera blusa femenina de uso diario que no se puede manchar. Un osado avance y un punto más para la llamada moda inteligente, se comenzó por accesorios como los relojes y las gafas y ya las prendas de vestir ganan terreno.