El viaje en coche por GTA V, entendiendo el asfalto y los terrenos rurales conseguimos desarrollar una especie de terapia desquiciada y es que pocos conciben seguir las normas de tránsito por lo menos en un videojuego cuya gran libertad es una de las mayores ventajas.
Cada kilómetro suma experiencia, viajar en coche, moto, camión, funeraria o el pacificador carro de golf es siempre sorprendente, es fácil dejarse llevar y dejar que el pie a fondo pise el acelerador. Es que GTA V es una maravilla, atrás el estrés, adiós la carga laboral del día, es un juego y a todas luces una gran terapia.
No es que se deba escapar mucho tiempo de la vida real pero tener un plan para las horas muertas siempre es bueno y RockStar dió en el blanco nuevamente con el GTA V, título que ya lleva meses en el mercado pero sigue abrumando de buena forma a los colegas gamers quienes pueden romper con las rutinas de la vida.
La exploración en la cima del mundo o por lo menos en terreno de Los Santos, el reinventado Sur de California es una receta intensa, a penas queda tiempo para observar por la ventanilla, los paisajes despiertan las ansias del turismo, el viajero que llevamos dentro ruge al compás del motor esperando que exploremos durante muchas horas, y todo ello en compañía de radios que jamás antes sonaron tan bien.
Grand Theft Auto V es una terapia que modifica lo suficiente a los monótonos y libera intensos deseos en un espacio amplio y bien detallado. Si no vas por las misiones pues puedes elegir cualquier otro destino y no solamente sobre ruedas, botes, yates, motos acuáticas, aeroplanos, avionetas, helicópteros y más vehículos aportan más a semejante episodio. Soy un jugador amateur pero respiro tal velocidad en el sandbox GTA V que me hace sentir profesional. Un videojuego altamente recomendado.